PRIMERAS PÁGINAS DE LA INTRODUCCIÓN
Martines de Pasqually es uno de esos personajes que marcan el desarrollo contemporáneo del ocultismo desde su propia biografía tan misteriosa como los conocimientos que transmite. Hasta en su mismo nombre, posiblemente Joachim dom Martines de Pasqually, nos encontramos con diversas variaciones que han complicado las posibles investigaciones respecto a su persona. Menéndez y Pelayo, lo españoliza en Martínez de Pascual, cosa que ha de tenerse en cuenta, pues para él el taumaturgo es de origen ibérico; en el libro de Papus (1895) L’Illuminisme en France (1767-1774). Martines de Pasqually. Sa vie. Ses pratiques magiques. Son Œuvre. Ses disciples se muestran diversas rúbricas: Don Martines de Pasqually, o De Pasqually de la Tour. Rijnberk, en el estudio más completo realizado acerca del maestro, señala como nombre completo: Jacques de Lyoron Latour de la Casse Joachin don Martines de Pasqually. Al parecer nació en 1727 (Amadou 2008), en la ciudad sudoriental francesa de Grenoble, aunque también se ha señalado como fecha posible 1710 (Faivre 1976). Tampoco está muy clara su ascendencia. Seguramente, sus raíces –y su apellido así lo señala- están relacionadas con la Península Ibérica –su padre había nacido en Alicante en 1671 (Var 2009)- y con una tradición que se hace incuestionable en su obra escrita y en sus prácticas ocultistas: la de los judeo-conversos; de hecho en el Tratado de la Reintegración las fuentes cabalísticas y veterotestamentarias se hacen evidentes. Cabe planearse hasta qué punto todas las dudas que disimulan entre neblinas, tanto la cronología como los hechos biográficos de un ocultista como éste, no son sino un instrumento más para mantener un misterio muy apropiado a las prácticas espirituales que transmite. Según Willermoz (Amadou 2008), Martines heredó un cargo jerárquico, que también era de posesión de unos conocimientos, de su propio padre. Nos encontramos, pues, con una transmisión de carácter familiar, cosa que hace sumamente complicado estudiar el comienzo de las teorías sobre las que se fundamentan los principios desarrollados tanto en el Tratado de la Reintegración como en el mismo culto desde el que se originó la orden de los Elus Coëns (los Sacerdotes Elegidos) en la cual se cimienta buena parte de la fama ocultista que acompaña al autor.
Entre los datos que, tampoco, alcanzan carta de naturaleza documental evidente, se encuentra la posible carrera militar de Martines de Pasqually como Teniente del Regimiento de Dragones de Edimburgo (Marcenne 1996), al servicio del Rey de España; cosa que no habría de llamarnos la atención puesto que era frecuente en la época que los oficiales del ejército participasen en actividades de Sociedades más o menos secretas. También Louis Claude de Saint-Martin fue militar. Por otra parte, esta pertenencia al ejército explicaría el contacto con el Regimiento de Foix durante su estancia en Bordeaux, aunque en ella tuvo parte importante su propia esposa. La carrera militar de Martines de Pasqually se desarrolla entre 1737 y 1747, cosa que nos indica que la fecha más probable de nacimiento entre las mencionadas sería la de 1710.
Papus (1895), en su libro acerca de Martines de Pasqually, analiza la vida del taumaturgo entre 1767 y 1772, es decir, desde su llegada a Bordeaux, después de haber pasado por distintas ciudades de Francia, intentando asentar unas bases que sirviesen para el desarrollo de su sociedad, la de los Elus Coëns. Al parecer, pues no puede afirmarse tal hecho documentalmente, Martines de Pasqually contrajo matrimonio en Bordeaux a principios de septiembre de 1767; gracias a su esposa, Colas de Pasqually -siguiendo el estudio de Papus-, pudo relacionarse con los oficiales del Regimiento de Foix, del cual saldrían sus más ilustres adeptos, pues ella era sobrina de su Comandante. Entre las diversas cartas hay algunas a las que ahora, en este intento de situar mínimamente al autor, es interesante hacer mención. Así una fechada el 20 de junio de 1768; en ella se hace evidente que Martines consagra todos sus esfuerzos intelectuales a la propagación de sus doctrinas y de su Orden, tanto es así que está preparando la Constitución de un nuevo Tribunal Soberano en Bordeaux. Da noticia, también en ella, del nacimiento de su hijo, al que otorgó el título de Maestro de los Elus Coëns poco después de su bautismo. Más allá de lo estrambótico de tal iniciación, lo que es importante, y a lo cual el mismo Papus otorga una atención especial, es al hecho de que se llevase a cabo el sacramento cristiano, pues en ello se encuentra una primera prueba de la falsedad de aquellas alegaciones que, en algún momento, han considerado a Martines de Pasqually como fiel a la religión judía, más allá de eso se mantiene inalterable su filiación a los judeoconversos hispánicos.
Martines, tal y como vuelven a hacer evidente sus cartas, también tenía conocimientos de sanación, así, por ejemplo, en una carta dirigida a Willermoz, le describe un complicado remedio de medicina natural para sanar de cierta dolencia a la hermana de su adepto.
Entre los discípulos de Martines de Pasqually, a Menéndez Pelayo, en su Historia de los heterodoxos españoles (Libro VI, Capítulo IV, Epígrafe I, “Tres heterodoxos españoles en la Francia revolucionaria”), le interesa especialmente la figura del Abate Fournie, autor de Lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos, publicada en Londres en 1801; explica en este libro el sistema iniciático y de teurgia de su maestro en estos términos: “Sus instrucciones diarias eran que pensásemos siempre en Dios, que creciésemos en virtudes y que trabajásemos para el bien general… Muchas veces nos dejaba suspensos y dudando si era verdad o falsedad lo que veíamos, si era él bueno o malo, si era Ángel de Luz o demonio… De tiempo en tiempo recibía yo algunas luces y rayos de inteligencia, pero todo se me desaparecía como un relámpago. Otras veces, aunque raras, llegué a tener visiones, y creía yo que M. de Pasquallys tenía algún secreto para hacer pasar estas visiones por delante de mí y que para que todas a los pocos día se realizasen”.
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