¿Por qué la poesía? Cuando todas las palabras parecen estar dichas, y son tantas y tan hermosas, ¿qué sentido tiene repetir las mismas visiones que han llenado los ojos de quienes nos han precedido? Eran aquellos, versos ajenos y estos lo son propios, contienen una vida, tanto imaginada como sentida; chispazos, unas veces de luz, otras de ignominia, luces y sombras que se mezclan en los versos; y en ellos años, que pueden parecer una eternidad; paso del tiempo que va tallando cada perfil del rostro y con ellos versos que llegan, para permanecer como recuerdo.
Se contienen en este libro de poemas muchas palabras con las que me he encontrado en el pasar de la vida; iluminaciones de lo cotidiano que son como retratos, vivencias del desasosiego que nacen con los amaneceres de los años que transcurren; sin tristeza, con miedo y también con las esperanzas de alegrías que siguen llegando; porque la melancolía tiñe el mundo con un brillo de perla y hace, a la vez, resaltar cada encuentro en la frontera, territorio para el nómada, para el hombre que sabe nada nefasto es definitivo; simplemente, camina, aunque sólo encuentre protección bajo la sombra de su propia espada, hasta encontrar los brazos que alejan a la muerte.
A ti, lector, entrego estos jirones de vida, de amor, de sueño y de libros.