Fue la guerra.
Cuando cayeron las murallas de Ilión,
cuando se apagaron las brasas de lo que fue Troya.
Fue entonces.
Ulises pensó en regresar a su hogar.
Pero, poco a poco, más lejana le parecía Ítaca.
Perdido, en la oscuridad de una carretera,
sin tráfico que le acompañase,
sólo silencio y rugir del motor,
solo al volante, como timón.
Y los vientos llevaron su nave
hacia unos ojos como de Atenea,
parpadeante neón de multicolor.
Y, allí, como una Epifanía
se encontró con la negra flor.
Circe, que había mudado de piel,
apenas cubierta de transparente seda.
Antonio Joaquín González
(El tiempo en el rostro)
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Acerca de lamansiondelgaviero
Escritor y amante de la literatura. Obras publicadas en kindle: "Realismo mágico y soledad, la narrativa de Haruki Murakami", "Castillos entre niebla", "Amadís de Gaula, adaptación", "El tiempo en el rostro, un libro de poesía", Álvaro Mutis, poesía y aventura", "Edición y estudio de Visto y Soñado de Luis Valera" y mis últimas publicaciones "Tratado de la Reintegración. Martines de Pasqually. Traducción de Hugo de Roccanera", "El Tarot de los Iluminadores de la Edad Media. Traducción de Hugo de Roccanera", La gran conquista de ultramar, versión modernizada en cuatro volúmenes.