Amaneció en Quito y Don Antonio sintió mezclado con su coladura de café, un aroma especial. Dudó entre el ascensor o las escaleras. Otra vez pospuso el ejercicio matutino. Subió al autobús hacia su despacho en una oficina pública. Compró el periódico. Se embarcó y en un minuto más escuchó el molesto “Damitas y caballeros” del vendedor callejero. No alzó la vista de su diario. “vengo de muy lejos y no vendo caramelos, ni helados, ni lociones milagrosas; yo traigo sueños”. Don Antonio dejó de leer, vio un rostro iluminado con líneas de achiote; después no supo qué hacer con la pluma de tucán que aquel niño había puesto en su mano.

Calles de Quito
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Acerca de lamansiondelgaviero
Escritor y amante de la literatura. Obras publicadas en kindle: "Realismo mágico y soledad, la narrativa de Haruki Murakami", "Castillos entre niebla", "Amadís de Gaula, adaptación", "El tiempo en el rostro, un libro de poesía", Álvaro Mutis, poesía y aventura", "Edición y estudio de Visto y Soñado de Luis Valera" y mis últimas publicaciones "Tratado de la Reintegración. Martines de Pasqually. Traducción de Hugo de Roccanera", "El Tarot de los Iluminadores de la Edad Media. Traducción de Hugo de Roccanera", La gran conquista de ultramar, versión modernizada en cuatro volúmenes.
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