Fragmento de Juan Valera y Oriente. Miscelánea de textos orientalistasAdolf Friedrich von Schack nació en 1815 en Brüwewitz bei Schwerin y murió en 1894 en Roma; pertenecía a una familia ilustre de Mecklemburgo. En su autobiografía (Medio siglo, 1887) afirma que desde muy joven sintió atracción por el mundo mediterráneo, sobre todo por influencia de su preceptor; el mismo Juan Valera elogió el amor que Schack manifiesta por España en estas palabras: “El señor Schack ha escrito su obra con un verdadero amor a España, ensalzando nuestro país, de un modo que, si bien es justo, merece gratitud respetuosa” (Advertencia preliminar a Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia. p 9). La Península Ibérica le era conocida por los relatos de un veterano francés de las guerras napoleónicas que combatió durante la de la Independencia. Schack aprendió tempranamente italiano y español, hasta el extremo de ser capaz de leer a Calderón de la Barca –conocido es el interés de los germanoparlantes por el dramaturgo áureo-. En la Universidad de Bonn aprendería Provenzal con Friedrich Christian Diez (1794-1876); filólogo alemán que se propuso realizar un estudio comparativo e histórico de las lenguas románicas similar al realizado por los Hermanos Grimm para las lenguas germánicas, de hecho, puede ser considerado como el fundador de la Filología Románica comparada, sobre todo con su obra Gramática de las lenguas románicas (1836-1843) (Grammatik der romanischen sprachen) (Arellano 1979).
A los veinte años, Schack, por recomendación de su médico, ante sus problemas de salud, se trasladó al sur de Europa. No le fue posible cruzar los Pirineos debido a los problemas que supuso la incipiente guerra carlista. Siguió estudiando en la Universidad de Heidelberg, literaturas y lenguas orientales, y en la Universidad de Berlín se doctora en Derecho. En 1838, comienza a trabajar en el Tribunal de Primera Instancia. En su segundo viaje por Europa meridional visita Sicilia, Grecia, Malta, Gibraltar, Granada, Córdoba, Madrid y también anduvo por Oriente Próximo. De la experiencia por estas tierras surgen palabras como éstas: “Todas las grandes mezquitas que yo he visitado en Egipto, Argel y Turquía, contienen en el lugar designado un balcón o tribuna de esta clase, lo cual parece ser esencial al culto muslímico. Se puede conjeturar, por lo tanto, que dicho balcón no faltaba en la mezquita de Córdoba, aunque los escritos de los árabes no hagan de esto mención alguna” (Schack 1988:321); en ellas se observa un afán erudito alejado de esas descripciones estereotipadas que acompañan a buena parte de los textos debidos a los orientalistas, incluso cuando recorren los países a los que están haciendo referencia. Durante su viaje, Schack permanecerá en Madrid realizando una investigación, sobre todo en la Biblioteca Nacional, desde la cual redactará su Historia de la literatura y del arte dramático en España (Geschichte der dramatische literatur und kunst in Spanien) que es publicado en 1845 en Berlín y se traduce al Español en cinco volúmenes entre 1885 y 1887.
Schack acabará por renunciar a su puesto como funcionario del estado prusiano para dedicarse a lo que realmente le interesa, la investigación histórica y la poesía. El año 1851 traduce a Firdusi (Firdusi al Thamil); al año siguiente viaja nuevamente por España: Cataluña, Valencia y Granada donde permanece durante varios meses; de esta experiencia surgen sus poemas de ambiente granadino. Tanto le marca su estancia en Andalucía que en el prólogo a su Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia, escribe: “La siguiente obra es fruto de estudios, a que me indujeron mi larga permanencia en Andalucía, y singularmente dos veranos que pasé en la hermosa Granada. A causa de mis frecuentes visitas a la Alhambra y al Generalife y de las excursiones que me llevaban, ya al arruinado palacio de los Alijares, y a las encantadoras colinas de Dinadamar o a la maravillosa Alameda, ornada de flores, cercana al Jardín de la Reina, así como a causa de mis paseos por la hoy desierta capital del imperio Omiada, los monumentos de los árabes que me rodeaban se fijaron en mi mente como firme objeto de atenta consideración. Al propio tiempo se despertó en mí el deseo de conocer más de cerca la cultura del pueblo, de cuyo buen gusto en artes daban brillante testimonio aquellas obras de arquitectura, tan bellas como originales” (p 13). Por esta misma época también recorre Marruecos, desde Tánger hasta Tetuán, para regresar a Sevilla, hasta que la muerte de su padre le hace volver a Mecklemburgo. Sin embargo, en 1854 se encuentra de nuevo en España; reside en Granada. Tal estancia le sugiere fragmentos como éste: “No revela y descubre la Alhambra todos sus encantos sino después de repetida contemplación. Se debe morar aquella vivienda de las hadas, se debe soñar en sus frescas grutas de piedra y entre sus enramadas y columnas, y abandonarse a las sucesivas impresiones de sus varios hechizos, ya sea cuando el alba vierte la celestial frescura del rocío sobre sus azoteas y corredores, y difunde rayos de luz voladores y trémulos sobre sus paredes, como si las bordara de perlas; ya sea cuando la tarde dora todo el palacio con la luciente gloria del Mediodía, y le hace fulgurar con un resplandor que parece de este mundo. Con los poetas del Oriente entre las manos, se debe respirar desde los elevados balcones el aroma de aquellas balsámicas soledades, o sentarse junto a la fuente de los Leones, dar oído al murmullo misterioso de las aguas subterráneas, mientras que la luna de una noche de estío en Andalucía va posando y esparciendo sus rayos de columna en columna, y llena los pórticos y tarbeas de sombras vagorosas y fugitivas, que son cual los espíritus y los genios de las edades pasadas. Sólo quien de esta suerte llega a confiarse al numen tutelar de aquel sitio, acierta también a penetrar y descifrar sus arcanos; y entonces a los versos de las inscripciones, que orlan y cubren los muros y pilares como signos mágicos, levantan para él una viviente armonía y un hermoso cántico, y todo el edificio se convierte en ritmo y poesía” (p 426). Su estadía en España se completa con permanencias de investigación en Madrid. Las anotaciones que realiza son elaboradas a su vuelta a Alemania; Maximiliano II de Baviera le invita a su corte en Munich, pues había leído y le había gustado su traducción de Firdusi; así que Schack se instala en la Briennestrasse; allí comienza, en 1857, a organizar un museo de pinturas que ha pervivido. En esta pinacoteca abundan los cuadros de temática española, obras de Fritz Bamberger, Eduardo Gerhardt, Ludwig Fischer, Franz Lambach y Ernst von Liphart. En el libro de Schack, Mi colección de pinturas (1881) leemos: “El cuadrito que pintó aquí Lenbach, representa la región que se domina desde la altura, donde la Vega confina con la Sierra Elvira. Es la región de Santa Fe, ciudad donde plantaron sus reales Fernando e Isabel antes de dar el asalto para la conquista de Granada. Desde el tejado mismo donde se había tomado la vista, o desde las torres inmediatas, debieron contemplar a menudo las reinas moras el tumulto de la batalla de la Vega, las luchas entre los caballeros cristianos, con sus armaduras de acero y sus espadas centelleantes, y los moros tocados con sus turbantes y armados de lanzas y curvados alfanjes. Por desgracia, lo que se divisa dirigiendo la mirada hacia la izquierda, sobre el llamado <suspiro del moro> no cabía en el cuadro, sólo los ojos del espíritu pueden ver allí esa colina, desde donde el desdichado Boabdil contempló por última vez su Granada, camino del destierro” (Cit en Schack 1984:439). Todas estas obras serán cedidas al Emperador de Alemania, causa por la cual a Schack se le concede el título de Conde.
En 1858 visita el sur de Francia, llega a Roncesvalles para verificar ciertas cuestiones relacionadas con la leyenda de Carlomagno. Nuevamente permanece en Madrid entre 1860 y 1861, estudiando los manuscritos custodiados en la Biblioteca de El Escorial. En primavera visita las ruinas Omeya de Córdoba. A su regreso a Alemania comienza a redactar Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia (Poesie und kunst der araber in spanien und Sizilien); acabada en 1865. Tres años después, en 1868, realiza otro viaje a España, acompañando al Gran Duque soberano de Mecklenburgo. Va a visitar Granada, Zaragoza, Montserrat y Barcelona. Este es el momento en el cual va a encontrarse con Juan Valera. En la “Advertencia a la segunda edición” de Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia, Juan Valera trata de esta reunión: “Años pasados estuvo en Madrid el señor Schack”, el cual se hizo eco de una acusación lanzada por los arabistas respecto a que utilizó para su obra abundantes textos que ya estaban traducidos a otras lenguas europeas: “se defendió asegurándome que había en su obra muchísimos versos traducidos por él por primera vez en una lengua europea. Como yo le dijese, además, que iba a hacer segunda edición del tomo primero, prometió escribirme una carta justificándose de dicha acusación, a fin de que yo la publicase al frente de dicho tomo primero. La carta vino, en efecto, bastante bien escrita en español, muy lisonjera para mí, y con datos curiosos sobre los versos que nadie, antes de Schack había traducido del árabe, y que no son pocos. Por desgracia, no hay papel que yo no pierda, y la carta de Schack, que venía como de molde ahora, se me ha perdido” (Valera 1988: 11). Schack regresa a Alemania y no volverá a España hasta 1884.
Sus obras son: Geschichte der dramatischen Literatur und Kunst in Spanien (Historia de la literatura y del arte dramático en España) 1845; Spanisches Theater (Teatro español. Traducción) 1845; Heldensagen des Firdusi (Leyendas heroicas de Firdusi. Traducción); 1851; Stimmen von Ganges, indische Sage (Voces del Ganges, leyenda india) 1857; Romanzero der Spanier und Portugiesen (Romancero de españoles y portugueses) 1857; Epische Dichtungen des Firdusi (Poemas épicos de Firdusi) 1863; Poesie und Kunst der Araber in Spanien und Sizilien (Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia) 1865; Gedichte (Poemas) 1867; Lothar (Lotario. Poema épico) 1872; Nächte des Orients (Noches de Oriente. Poema épico) 1874; Die Pisaner (Los pisanos. Drama) 1876; Strophen des Omar Chaijam (Estrofas de Omar Jayan. Traducción) 1878; Die Plejaden (Las Pléyades. Poema épico) 1881; Lotosblätter (Hojas de loto. Poemas) 1882; Ein halbes Jahrhundert. Erinnerungen (Medio siglo. Recuerdos) 1887; Geschichte der Normannen in Sicilien (Historia de los normandos en Sicilia) 1889; Episteln und Elegieen (Epístolas y elegías) 1894.