MAQROLL EL GAVIERO

EL ASESINATO DEL DUQUE DE ORLEÁNS Y LAS EMPRESAS DE MAQROLL EL GAVIERO

Alvaro-MutisEn la lectura de las obras de Álvaro Mutis se hace evidente el interés del autor por épocas pasadas, confirmado, por otra parte, en diversas entrevistas que le fueron realizadas en las cuales, además de definirse como monárquico legitimista y gibelino, afirma que el último acontecimiento de la Historia que realmente le interesa es la caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453; manifestación a todas luces que buscaba simplemente la provocación, pero que ahora me interesaba recordar dado el tema que quiero tratar.

Antes de entrar plenamente en la cuestión del asesinato del Duque de Orleáns no estaría de más recordar que en fechas cercanas a la publicación de la novela La Nieve del Almirante, primera del ciclo Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, Álvaro Mutis presenta el que, como ya he afirmado en otras ocasiones, me parece su mejor libro de poesía, Los Emisarios, año 1983. Entre los poemas de historia, amor, muerte y aventura que lo forman, ahora destacaré el titulado “La visita del Gaviero”, una de sus muchas composiciones en prosa protagonizadas por Maqroll, espejo vagabundo del mismo escritor. Ambos, Álvaro Mutis –en la forma del narrador- y personaje vuelven a encontrarse, para hablar, porque la palabra es la guía una relación que se va prolongando más allá del tiempo y del espacio.

Cesar-borgia“En realidad vine para dejar con usted estos papeles. Ya verá qué hace con ellos si no volvemos a vernos. Son algunas cartas de mi juventud, unas boletas de empeño y los borradores de mi libro que ya no terminaré jamás. Es una investigación sobre los motivos ciertos que tuvo César Borgia, Duque de Valentinois, para acudir a la corte de su cuñado el Rey de Navarra y apoyarlo en la lucha contra el Rey de Aragón, y de cómo murió en la emboscada que unos soldados le hicieron, al amanecer, en las afueras de Viana. En el fondo de esta historia hay meandros y zonas oscuras que creí, hace muchos años, que valía la pena esclarecer. También le dejo una cruz de hierro que encontré en un osario de almogávares que había en el jardín de una mezquita abandonada en los suburbios de Anatolia. Me ha traído siempre mucha suerte, pero creo que ya llegó el tiempo de andar sin ella”.

Vida_vasca_1936_viana_cesar_borgiaObservamos aquí dos intereses históricos que aparecen en diversos momentos de la obra de Álvaro Mutis: César Borgia, sobre el cual en Los Emisarios se contiene “Funeral en Viana”, también presente en un artículo publicado en la revista Novedades de México el 10 de mayo de 1980; la muerte del Duque de Valentinois es descrita así: “Acompañó a su cuñado en una expedición contra España y murió en Viana en una emboscada nocturna. Luchó como un león sin proferir una palabra. Acribillado por las lanzas enemigas, su cadáver fue recogido al día siguiente y recibió cristiana sepultura con los honores de un gran guerrero”.

El otro episodio es el de los almogávares que estará presente en uno de sus últimos trabajos narrativos, el relato “Jamil”, contenido en Tríptico de mar y tierra (1993): “Fue así como caí en la cuenta de que Jamil había asimilado a su manera mis charlas con mosén Ferrán sobre las incursiones de los almogávares y había hojeado también varios de los libros sobre el tema que solía prestarme nuestro amigo y en cuyas láminas, de seguro, se inspiraba para crear sus historias”.Almogavar-moreno-carbonero

En la misma “La visita del Gaviero”, Álvaro Mutis pone en boca de Maqroll, otra vez, recuerdos de los tiempos de esplendor de Borgoña en plena otoño de la Edad Media, tal y como nombró a esta época el historiador Johan Huizinga

“Bajé, luego, a los puertos y me enrolé en un carguero que hacía cabotaje en parajes de niebla y frío sin clemencia. Para pasar el tiempo y distraer el tedio, descendía al cuarto de máquinas y narraba a los fogoneros la historia de los últimos cuatro grandes Duques de Borgoña. Tenía que hacerlo a gritos por causa del rugido de las calderas y el estruendo de las bielas. Me pedían siempre que les repitiera la muerte de Juan sin Miedo a manos de la gente del Rey en el puente de Monterau y las fiestas de la boda de Carlos el Temerario con Margarita de York. Acabé por no hacer cosa distinta durante las interminables travesías por entre brumas y grandes bloques de hielo. El capitán se olvidó de mi existencia hasta que, un día, el contramaestre le fue con el cuento de que no dejaba trabajar a los fogoneros y les llenaba la cabeza con historias de magnicidios y atentados inauditos. Me había sorprendido contando el fin del último Duque en Nancy, y vaya uno a saber lo que el pobre llegó a imaginarse. Me dejaron en un puerto del Escalda”.Asesinato-de-juan-sin-miedo

Tal episodio sucede poco después de las andanzas del Gaviero por los páramos. Es en el mar donde ahora se rememoran sus tiempos de los grandes Duques de Borgoña: la muerte de Juan sin Miedo en el puente de Montereau, las fiestas de la boda de Carlos el Temerario con Margarita de York, la muerte en batalla del último de los Duques de Borgoña en Nancy: guerra, fiestas, bodas, muerte, traiciones, crueldad…, en definitiva, contrastes, los mismos que vamos a encontrar en el relato de La Nieve del Almirante, publicado en 1986. Tales contrapuntos están reflejados ya desde los inicios de la producción narrativa de Álvaro Mutis; recordemos que La Mansión de Araucaíma (publicado en 1973) nace de la voluntad de situar un relato gótico en tierras del trópico, cuando el ambiente de estos está situado en las nieblas de inquietud que rodean las mansiones inglesas o en las brumas ominosas que cercan los castillos mediterráneos.

Sorprende de presencia del Medievo francés en un ambiente como es el de la selva por la que discurre el cauce del río arquetípico, fusión de topos ficticio y realidad, el Xurandó, por el que viaja, más interior que físicamente, Maqroll el Gaviero, hacia una de sus empresas que solo en la imaginación no son naufragio.

Carlos-el-temerarioLo medieval francés y borgoñón aparece en La Nieve del Almirante en el texto introductorio, cuyo protagonista es un narrador, alter ego del mismo Álvaro Mutis, en muchos episodios de la vida de Maqroll. En este caso, el personaje encuentra en una librería del barrio Gótico de Barcelona, un libro viejo: la Enquête du Prevôt de París sur l’assessinat de Luis Duc de Orleans, publicada en la Bibliothèque de l’Ecole de Chartes en 1865 debida a Paul Raymond, en este volumen se contiene “la escrupulosa investigación del historiador francés sobre el alevoso asesinato del hermano de Carlos VI de Francia, ordenado por Juan sin Miedo, duque de Borgoña”. Un asesinato especialmente salvaje, ¿cuál no lo es? Sucedido en la noche del 23 de noviembre de 1407 en la calle Vielle du Temple en París. El suceso acabó con tres cadáveres con uno de los cuales, los asesinos se habían ensañado especialmente, pues tenía la mano derecha amputada y su cabeza había sido golpeada de tal manera que se había esparcido la masa encefálica. Este cuerpo, vestido con lujoso ropaje, era el de Luis de Orleáns. Paul Raymond edita las notas del agente del rey en París (Prévôt –un Preboste, según DRAE, es el ‘oficial nombrado en tiempo de guerra para velar sobre todo lo concerniente a la policía’-), posiblemente Charles de Albret, custodiadas en los Archivos de la Prefectura de los Bajos Pirineos, serie E, familia D’Albret, año 1407, en la Bibliothèque de l’Ecole de Chartes, Revued’Érudition consacré espécialement a L’Étude de MoyenAge (Vingt-Sixiémeannèe. Tomé Premier) –que puede localizarse en la Bibliothèque Nationale de France- Gallica-Digital-.

Asesinato-del-duque-de-orleans¿Qué es lo que sucedió?, si es que en algún momento puede llegar a esclarecerse totalmente un crimen.

Al morir Carlos V de Francia, hereda el trono su hijo Carlos VI; debido a su minoría de edad, la regencia recae en sus tíos: Luis de Anjou, Felipe el Atrevido de Borgoña, Juan de Berry y Luis de Borbón. La rivalidad entre ellos, les lleva a repartirse el Reino y llegar a una situación muy cercana a la guerra civil. Debido a la inestabilidad emocional de Carlos VI, la regencia se prolonga más allá de su mayoría de edad, hasta que en 1383, tres años después del comienzo de su reinado (1380-1422), en Reims, el monarca retira su confianza los regentes en pro de su hermano, Luis de Orleáns y de los consejeros que fueron de su padre Carlos V. Al hacerse evidente que Carlos VI no puede gobernar, Luis de Orleáns toma las riendas de la corte y de la Política exterior, dejando las tareas administrativas del gobierno del Reino a los consejeros del anterior monarca.

A la muerte, en 1404, de Felipe el Atrevido, el Ducado de Borgoña recae en su hijo, Juan sin Miedo, el cual acaudilla a los descontentos con Luis de Orleáns y acaba preparando y ordenando su muerte, el año 1407; magnicidio que llevaría al país a una guerra civil entre Armagnacs (representantes de los más poderosos de la pirámide feudal) –implicados directamente por Luis de Orleáns, casado con Bona de Armagnac- y los Borgoñones, apoyados desde la demagogia y el oportunismo, equivalentes al populismo, por los gremios y burgueses urbanos. Más allá de todos estos sucesos, de la batalla de Agincourt (octubre de 1415) y de las diferentes alianzas que marcaron el desarrollo final de la guerra de los Cien Años, Juan sin Miedo sería asesinado en 1419 en el puente de Montereau, donde había acudido para pactar una tregua con Carlos de Orleáns, futuro Carlos VII.

Es indiscutible el contraste que hay entre una historia como ésta y el periplo que está realizando Maqroll por el río Xurandó, que, por otra parte, no impide que el Gaviero llegue a abstraerse en la lectura, abandonando un paisaje que no siente como propio:

Maqroll-el-gaviero“con la luz de la tarde y hasta cuando tuve que encender la Coleman avancé en el libro de Raymond sobre el asesinato del Duque de Orleáns. Habría mucho que decir sobre este asunto. No es la ocasión ni el ánimo se inclina a esta clase de especulaciones. De todos modos, es curioso anotar la falta de objetividad del informe que rinde el Preboste de París a raíz de cometerse el crimen y la concomitante falta de malicia del autor que lo recoge y comenta. Los móviles de un crimen político son siempre de una complejidad tan grande y se mezclan en ellos motivos escondidos y enmascarados tan complejos, que no basta la relación minuciosa de los hechos ni la trascripción de lo que sobre el asunto opinaron las personas involucradas para sacar conclusiones que pretendan ser terminantes. El alma retorcida del Duque de Borgoña oculta abismos y laberintos harto más tortuosos que lo que el buen Preboste alcanza a percibir y Raymond intenta dilucidar”.

Y toda esta elucubración en un ambiente de selva, de una “oscura muralla vegetal que nos ha de tragar dentro de unas horas”, en una atmósfera de fetidez sobre aguas lodosas; para así producir el contraste enriquecedor de las sensaciones descritas.

Acerca de lamansiondelgaviero

Escritor y amante de la literatura. Obras publicadas en kindle: "Realismo mágico y soledad, la narrativa de Haruki Murakami", "Castillos entre niebla", "Amadís de Gaula, adaptación", "El tiempo en el rostro, un libro de poesía", Álvaro Mutis, poesía y aventura", "Edición y estudio de Visto y Soñado de Luis Valera" y mis últimas publicaciones "Tratado de la Reintegración. Martines de Pasqually. Traducción de Hugo de Roccanera", "El Tarot de los Iluminadores de la Edad Media. Traducción de Hugo de Roccanera", La gran conquista de ultramar, versión modernizada en cuatro volúmenes.
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2 respuestas a MAQROLL EL GAVIERO

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